No hay mucho decir sobre como conducir un coche eléctrico. A parte que nunca he tenido un coche eléctrico, la conducción de un coche eléctrico es bastante transparente en términos de consumo. En un coche el consumo es el resultado de multiplicar la resistencia que hay que vencer por el consumo específico del conjunto motor transmisión. Sin embargo en un coche eléctrico el rendimiento del motor siempre es alto y la transmisión típicamente de relación constante (no existe cambio de marchas). Veámoslo con un ejemplo real:
Os muestro el diagrama de funcionamiento de un motor eléctrico de 10KW utilizado en coches híbridos de Honda. Fuente tesis doctoral de J.V. Baalen. Los números indicados corresponden al rendimiento. Este motor es el típico motor síncrono de imanes permanentes, el par es máximo a bajas revoluciones y va reduciéndose según aumenta el régimen, por lo que tenemos más o menos un motor de potencia constante (frente a un motor convencional que es más o menos de par constante). El máximo rendimiento es del 94%, el mínimo rendimiento es del 57%, pero este rendimiento mínimo únicamente se da con el motor trabajando como generador a máxima carga y régimen mínimo. Compárese con el consumo específico de un motor convencional.
Esta sencillez (en términos de rendimiento y de manejo) de la planta de potencia, junto al frenado regenerativo de los coches eléctricos simplifica mucho la conducción eficiente respecto a un coche convencional. Si tomamos como referencia mi decálogo de recomendaciones, las principales diferencias de un coche eléctrico son:
Punto 3, circula despacio en conducción extraurbana: esto es mucho más cierto en un coche eléctrico. Una velocidad elevada aumenta mucho más el consumo que en un coche convencional. Ya comentado en este post.
Punto 4, circula como si no tuvieras freno: esto es menos importante en un coche eléctrico. Obviamente, cada vez que tocas el freno (o incluso levantas el pie del acelerador) aumenta el consumo. Sin embargo si te mantienes en la zona de frenado regenerativo este efecto es mucho menor que en un coche convencional, ya que recuperamos parte de la energía.
El frenado regenerativo no es más que hacer funcionar al motor como generador eléctrico. El frenado regenerativo aumenta el consumo, ya que hay pérdidas en el proceso de generar electricidad con el motor y almacenarla en las baterías, pero obviamente es mucha mejor alternativa que utilizar un freno convencional, en el que toda la energía cinética se pierde.
Por si hay algún lector despistado, hay un detalle importante sobre el freno. En un coche eléctrico para que no actúe el freno (en realidad el frenado regenerativo) normalmente hay que presionar ligeramente el acelerador. Hay que aprender a partir de que posición en el pedal del acelerador comienza el frenado regenerativo. También es importante saber a partir de que punto los frenos convencionales del coche empiezan a actual (según la ley de control esto ocurrirá en cuanto presionemos el pedal de freno o a partir de cierto nivel de presión en el pedal de freno).
Por tanto, la forma de conducir un coche eléctrico es:
Punto 6, procura elegir recorridos que minimizan el consumo: aquí hay que adaptarse a las características del coche. Un coche eléctrico es mucho menos sensible a los recorridos con frenadas (travesías con semáforos, atascos). Pero hay que ser cuidadoso con los puertos de montaña, especialmente los que acumulan mucho desnivel (ver el ejemplo de este post); y con los recorridos por autopista, ya que nos podemos quedar sin batería antes de lo previsto.
Punto 8, comprar el combustible a buen precio: como se comentaba en este post, es importante recargar el coche con la tarifa eléctrica más económica.
Punto 9, utilizar racionalmente los elementos que aumentan el consumo: como ya he comentado, en un coche eléctrico afectan mucho al consumo todos estos elementos: climatizador, bacas, bajar las ventanillas, remolques...
Punto 10, gestionar correctamente la conducción con pendientes: como ya comenté en su momento en esta serie, en un coche eléctrico es muy sencillo. Hay que circular casi siempre a la misma velocidad. La única diferencia es cuando se circula pendiente abajo. A diferencia de un coche convencional donde perjudica al consumo frenar, en un coche eléctrico si la pendiente obliga a frenar el coche, buena parte de esta energía se recuperará con el frenado regenerativo.
NOTA: sólo para obsesos de consumo. Al igual que ocurre en un coche convencional, en un coche eléctrico es conveniente en una cuesta abajo no tocar el freno, ya que el frenado regenerativo aumenta el consumo. Aunque tal vez a velocidades muy elevadas convenga empezar a utilizar el frenado regenerativo. Ejemplo: si circulas a una velocidad de crucero de 90Km/h, y en una cuesta abajo el coche se acelera hasta 130Km/h, puede ser interesante para el consumo bajar a 115Km/h utilizando el frenado regenerativo. Hay que realizar la prueba con un coche real para tener un resultado concluyente.
Los puntos 1, 2 y 7 del decálogo no requieren aclaraciones adicionales.
Señalar también que aunque una conducción eficiente tiene escaso impacto económico (siempre que se recargue la batería con una tarifa eléctrica económica), si tiene tres beneficios:
Os muestro el diagrama de funcionamiento de un motor eléctrico de 10KW utilizado en coches híbridos de Honda. Fuente tesis doctoral de J.V. Baalen. Los números indicados corresponden al rendimiento. Este motor es el típico motor síncrono de imanes permanentes, el par es máximo a bajas revoluciones y va reduciéndose según aumenta el régimen, por lo que tenemos más o menos un motor de potencia constante (frente a un motor convencional que es más o menos de par constante). El máximo rendimiento es del 94%, el mínimo rendimiento es del 57%, pero este rendimiento mínimo únicamente se da con el motor trabajando como generador a máxima carga y régimen mínimo. Compárese con el consumo específico de un motor convencional.
Esta sencillez (en términos de rendimiento y de manejo) de la planta de potencia, junto al frenado regenerativo de los coches eléctricos simplifica mucho la conducción eficiente respecto a un coche convencional. Si tomamos como referencia mi decálogo de recomendaciones, las principales diferencias de un coche eléctrico son:
Punto 3, circula despacio en conducción extraurbana: esto es mucho más cierto en un coche eléctrico. Una velocidad elevada aumenta mucho más el consumo que en un coche convencional. Ya comentado en este post.
Punto 4, circula como si no tuvieras freno: esto es menos importante en un coche eléctrico. Obviamente, cada vez que tocas el freno (o incluso levantas el pie del acelerador) aumenta el consumo. Sin embargo si te mantienes en la zona de frenado regenerativo este efecto es mucho menor que en un coche convencional, ya que recuperamos parte de la energía.
El frenado regenerativo no es más que hacer funcionar al motor como generador eléctrico. El frenado regenerativo aumenta el consumo, ya que hay pérdidas en el proceso de generar electricidad con el motor y almacenarla en las baterías, pero obviamente es mucha mejor alternativa que utilizar un freno convencional, en el que toda la energía cinética se pierde.
Por si hay algún lector despistado, hay un detalle importante sobre el freno. En un coche eléctrico para que no actúe el freno (en realidad el frenado regenerativo) normalmente hay que presionar ligeramente el acelerador. Hay que aprender a partir de que posición en el pedal del acelerador comienza el frenado regenerativo. También es importante saber a partir de que punto los frenos convencionales del coche empiezan a actual (según la ley de control esto ocurrirá en cuanto presionemos el pedal de freno o a partir de cierto nivel de presión en el pedal de freno).
Por tanto, la forma de conducir un coche eléctrico es:
- Salvo que sea necesario reducir la velocidad, jamás levantar el pie del acelerador.
- Cuando no se pueda cumplir la norma anterior, levantaremos levemente el pie del acelerador (sin actuar el frenado regenerativo).
- Cuando no se pueda cumplir la norma anterior, utilizaremos el frenado regenerativo para frenar el coche.
- Cuando no se pueda cumplir la norma anterior utilizaremos los frenos convencionales. En una conducción eficiente esta última alternativa se debe relegar casi únicamente a frenadas de emergencia.
NOTA: a un conductor eficiente de coche eléctrico las pastillas de freno le tienen que durar muchísimos kilómetros.
Punto 6, procura elegir recorridos que minimizan el consumo: aquí hay que adaptarse a las características del coche. Un coche eléctrico es mucho menos sensible a los recorridos con frenadas (travesías con semáforos, atascos). Pero hay que ser cuidadoso con los puertos de montaña, especialmente los que acumulan mucho desnivel (ver el ejemplo de este post); y con los recorridos por autopista, ya que nos podemos quedar sin batería antes de lo previsto.
Punto 8, comprar el combustible a buen precio: como se comentaba en este post, es importante recargar el coche con la tarifa eléctrica más económica.
Punto 9, utilizar racionalmente los elementos que aumentan el consumo: como ya he comentado, en un coche eléctrico afectan mucho al consumo todos estos elementos: climatizador, bacas, bajar las ventanillas, remolques...
Punto 10, gestionar correctamente la conducción con pendientes: como ya comenté en su momento en esta serie, en un coche eléctrico es muy sencillo. Hay que circular casi siempre a la misma velocidad. La única diferencia es cuando se circula pendiente abajo. A diferencia de un coche convencional donde perjudica al consumo frenar, en un coche eléctrico si la pendiente obliga a frenar el coche, buena parte de esta energía se recuperará con el frenado regenerativo.
NOTA: sólo para obsesos de consumo. Al igual que ocurre en un coche convencional, en un coche eléctrico es conveniente en una cuesta abajo no tocar el freno, ya que el frenado regenerativo aumenta el consumo. Aunque tal vez a velocidades muy elevadas convenga empezar a utilizar el frenado regenerativo. Ejemplo: si circulas a una velocidad de crucero de 90Km/h, y en una cuesta abajo el coche se acelera hasta 130Km/h, puede ser interesante para el consumo bajar a 115Km/h utilizando el frenado regenerativo. Hay que realizar la prueba con un coche real para tener un resultado concluyente.
Los puntos 1, 2 y 7 del decálogo no requieren aclaraciones adicionales.
Señalar también que aunque una conducción eficiente tiene escaso impacto económico (siempre que se recargue la batería con una tarifa eléctrica económica), si tiene tres beneficios:
- Reduce las emisiones producidas en la generación de la electricidad.
- Aumenta la autonomía.
- Aumenta la vida de las baterías. No olvidar que las baterías son el componente más caro del coche.
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